Sobre la pared de la vieja fragua, en la plaza de la aldea, tienes un fresco sobre el muro que, con su aguja de hierro, va marcando las horas en Ascaso. Es el reloj de sol de la plaza, de forma
de hombre.
Cuando te relumbre el sol, acércate paso a paso y sabrás la hora que es, en este reló de Ascaso
Pero además, en el lugar hay otros dos más. El de la pardina de Ascaso (subiendo la pista), de forma más femenina, y el de la torre de la iglesia, sin pintar.